Como siempre a través de http://www.trotamontes.org/marcocanencia.htm buscamos una ruta fácil para comenzar a andar este sábado, tarde como siempre (14:00)... El destino era el puerto de Canencia, zona de altos pinos y senderos bien marcados, que parten de un merendero muy preparado para las familias... para llegar allí cogimos la crretera de Colmenar Viejo desviándonos hacia Soto del Real, llegando a Miraflores de la Sierra y desde allí hacia Canencia, encontrando bien señalizado el propio puerto donde aparcamos junto a los domigueros que pasaban el día... Desde allí parte una pista forestal hacia el refugio de El Hornillo, un amplio camino que va subiendo entre rocas y pinos hasta un cobertizo donde se bifurca el camino, antes pasamos por el miador del norte en la ladera de Mojonavalle, donde se ve una buena panorámica.
Lo bonito de toda esta ruta es que esta cubierta prácticamente en su totalidad de pinos altísimos en busca del sol, lo que te sumerge en el bosque mientras de vez en cuando se cuelan rayos de sol entre los troncos y ramas...
Hay que atravesar el terreno del refugio de El Hornillo para encontrar tras el comedor una pequeña ruta visible que hace el camino más bonito, con menos de 1 metro de ancho y por una pendiente... aquí comenzamos a fijarnos en las distintas especies de árboles que nuestra guía nos indicaba, abedules de tronco plateado, abetos americanos de douglas, pino silvestre y albar, tejos y bastantes acebos inmensos, sin olvidar los robles que hay a las orillas de los arroyos 
que nos encontramos...
que nos encontramos...El camino va avanzando y descendiendo hasta la pequeña y un poco seca en verano Chorrera de Mojonavalle, bien señalizada y seguro que más impresionante durante el invierno o primavera, al traer más agua... esta chorrera es parte del arroyo de Sestil del Maillo que dejamos atrás y continuamos bajando hacia el arroyo de Canencia, que trascurre por un valle importante hacia la carretera de nuevo. Junto al arroyo Vero sacó la tortilla y el pan para apretarnos un super bocadillo junto al arroyo que pasaba a nuestro lado, rodeado de altísimos abedules y los primeros tejos... lo bueno es que apenas nos cruzamos con gente durante la ruta, lo que hace el paseo por el bosque mucho más bonito y tranquilo...
Y como no, tras comer el bocata a las 16:00, comenzó la cuesta arriba... y el esfuerzo se multiplica por 5, parecía que ya legábamos al destino cuando de repente la guía indica un brusco giro desde la carretera hacia el monte, en línea recta, hasta encontrar de nuevo la ruta inicial... o sea, 30 minutos de subidita media que en plena digestión hace sacar los sudores... pero a su vez es lo que nos hace sentirnos auténticos escaladores de montañas... mojar la camiseta en pleno bosque te hace sentir en comunión con la naturaleza... y sus animales...
Lo bueno de subir es que cuando llegas arriba te sientes realizado, y disfruta uno mejor de la vista, aunque fuese hacia un vertedero seguro que la admiraríamos más que si llegas en coche...
Desde este punto todo fue camino llano hacia el coche, donde pudimos contemplar las laderas de pinos hacia Canencia, un chozo pastoril, acebos inmensos y finalmente a los domingueros rodeados de neveras y papel albal...
En definitiva, un agradable sitio para caminar sin grandes esfuerzos ni temores a perderse en el campo...El regreso lo hicimos hacia el pueble de Canencia, enlazando ya al norte con la A1 que de paso nos dejó en un Decathlon donde compramos ya emocionados nuestros primeros bastones plegables ultra ligeros de diseño italiano para nuestras próximas rutas, además de ropa especial para el campo, lo que hará que poco a poco vayamos dejando atrás el aspecto de dominguero fondón que sale al campo de vez en cuando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario