El ascenso al Porrejón, que aunque no parecía duro en un principio, al final costó un poco, sobretodo por el hambre que pasé pensando en el bocata de chorizo que llevaba Jorge en la mochila. En la siguiente dirección aparecen los datos de la ruta:
De esta ruta me gustaría destacar las afiladas crestas de pizarra que se observan en el ascenso a la cima y las vistas desde la cima a Somosirra, al pico del Lobo y todo el macizo de Ayllón hasta la cima del Ocejón.