En principio el destino era Somosierra, pero nos desanimó el nubarrón que vimos en la webcam de la DGT sobre el puerto de somosierra... así que buscamos algo mejor cerca del valle del Lozoya que parecía más despejado en alguna webcam que encontramos en la internet...
Hay que llegar al pueblo de Lozoya, desde la nacional I dirección Burgos, tomar la salida 69 hacia Rascafría... justo sobre el embalse de la Pinilla se encuentra Lozoya, y desde el propio pueblo, indica una carretera hacia el puerto de Navafría, pueblo ya en la provincia de Segovia.
En esta ocasión la niebla era densa mezclada con chirimiri que no daba muchas esperanzas de andar secos, pero ya que estabamos allí arriba...
Aparcamos el coche en el area de recreo llamada Peñalta, donde nos indicaba la ruta planeada, pero el mal tiempo y la niebla nos hizo quedarnos por la zona para no andar por la carretera hacia el comienzo de la ruta inicial. Vimos un cartel que malamente explicaba rutas alrededor de la zona, sembra de mesitas para comer y un abrevadero de vacas, que abundan sueltas por el lugar... no es vaca frisona (la de la leche y las manchas sobre piel blanca, sino vaca campera silvestre, con cuernos y pellejos marrones, negros o cremas... más atoradas que las clásicas vacas "que rien"...)
Era la primera vez que andabamos sin ruta fija, ncon niebla que no se veían más de 50 metros y una lluvia fría que empañaba las gafas... la orientación era toda pura intuición... ni sol, ni plano ni brújula, pero un sendero más o menos marcado y unas voces de niños a los lejos nos bastaron para confiarnos y avanzar en la niebla...
A pesar de lo misterioso y crudo que puede parecer la niebla, resultó un escenario de lo más bonito del bosque... sin gente, con niebla que lo difuminaba todo, la lluvia minúscula flotando en el aire y los robles, melojos o rebollos como dicen localmente, amarilleando entre alfombras de helechos agónicos que rozaban el blanco... (momento poético pedante)
Lo malo del otoño y la lluvia es que las hojas se caen sobre el camino y lo camuflan de tal forma que perdimos la senda original, lo que nos hizo bajar hasta un riachuelo que sonaba entre los robles y pinos...
Vimos a 2 familias con niños buscando setas emocionados en las proximidades de los arroyos...
Empeñado en continuar por esa dirección, buscamos sin éxito una senda que continuase, pero no hubo manera, a pesar de varios intentos en distintas direcciones, tuvimos que retomar el camino de ida para volver al coche y buscar otras opciones...
La vuelta nos la dedicamos a buscar lentamente setas para fotografiar e ir aprendiendo a distinguir y localizar... curiosamente me encontré una puta bola de golf en medio del bosque...
Junto al parking comimos unos bocadillos de filetes empanados de San Mamés con tomatito que supo a gloria después de tanto mojarnos los piés y sudar con los impermeables... subimos con el coche hacia el puerto de Navafría para conocer la zona y vimos otras 2 zonas recreativas muy bien preparadas con rutas nuevas para próximas visitas... la verdad es que todo plagado de setas de muchos tipos, naranjas fosforitas, rojas con puntos blancos (amanita muscaria), marrones, honguitos, amarillentas, con forma de venenosas, otras enterradas junto a los troncos, bajo plastas de vaca, etc. todo un mundo por descubrir...
El regreso a casa se hizo rápido cansados por el frío y la lluvia, pero contentos de hacer el rural...
En resumen, muy bonita zona de la sierra norte llena de robles y pinos en el valle del Lozoya, cerca de Canencia y demás. Habrá que volver con sol para realizar la ruta prevista del Rebollo de la Maleza...
Vero se quiere hacer una casita dentro de una seta gigante...